El Haya Grande de Diustes

Haya Grande. Restos de la parte basal del tronco

El Haya Grande, con mayúsculas, es como hay que escribir el nombre de este haya común (Fagus sylvatica) localizada en el extremo sudoeste del hayedo de Diustes, haciendo honor así a su singularidad y dimensiones. Un nombre propio, el Haya Grande, que es con el que se ha conocido en el pueblo debido a su excepcionalidad.

No es difícil localizarla siguiendo el sendero ibérico soriano (GR 86) que desde Diustes se dirige a Santa Cruz de Yanguas. La encontraremos a un kilómetro escaso de Diustes, a media ladera del gran repecho inicial que hay que ascender antes de dejar atrás las aguas del Ostaza trasponiendo por El Collado para alcanzar la vertiente del Baos/Cidacos de cara a Villar de Maya, Santa Cecilia y Santa Cruz de Yanguas. A media ladera como decíamos, a escasos 20 metros a poniente del camino, veremos el imponente esqueleto de lo que fue uno de los tres árboles singulares inventariados por la Junta de Castilla y León en Tierras Altas de Soria.

Haya Grande: ramas espacidas

Sí, por desgracia hay que hablar de esqueleto pues lo que encontraremos es el Haya Grande con sus enormes ramas desgajadas por lo que presumimos fue el impacto de un rayo, no hace muchos años, como delata su interior carbonizado. Queda la base del tronco hasta una altura máxima de 2 metros con sus ramas irradiadas hacia el oeste, norte y este.

El marco paisajístico del Haya Grande es tan excepcional como el haya misma, el hayedo de Diustes/Camporredondo. Dentro de él se localiza en su extremo sudoeste, a unos 1.340 metros de altitud. Su proyección espacial, perceptible por la huella que su sombra ha dejado en el suelo, es de entre 15-20 metros de diámetro, proyectada espacialmente hacia el sur, ladera arriba. Su perímetro basal rondó los 4’20 metros y su altura, según información proporcionada por su ficha de la JCyL, superó los 20.

Haya Grande: inscripción

Además de por sus dimensiones este haya hubo de ser singular también por otros motivos, como deja claro su propio nombre subrayado en la memoria popular, Haya Grande, su localización en el extremo sudoeste del hayedo, en el límite exterior del recinto cerrado por el muro, sobre el camino tradicional que comunicaba con las vecinas tierras del Baos… Y de cara al camino, para que los viandantes se percataran, se grabaron iniciales a punta de navaja, sabedores los autores que no iban a pasar desapercibidas:

G . M . R –  //    S C A R – //   M   S   H  –

Situadas originalmente las letras a unos 1’5-2’0 metros del suelo, hoy hay que agacharse y buscar la inscripción en una de las grandes ramas caídas frente al camino, en la cara que da al suelo.

Diustes, con el hayedo al fondo

Muchas coincidencias que hicieron que este haya alcanzase un desarrollo excepcional y que por ello haya sido respetada y tenida por referencia en Diustes y su entorno, un haya que, a pesar de la protección que tenía por su singularidad, no ha sobrevivido a la fuerza que está por encima de todas las protecciones ‘legales’, la de la propia naturaleza. Aún así, ¡senderista!, ¡caminante!, merece la pena hacer un alto en el repecho y, además de tomar resuello, admirar el soberbio esqueleto de lo que hasta hace poco fue un imponente ser vivo.

Hayedo de Diustes, sector sudoeste. Al fondo, Diustes

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